domingo, 21 de noviembre de 2010

Cubano hermano yo te quiero enseñar.

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Mi Cuba linda, sabes que siempre te querremos aunque nos tilden de traidores. ¿Traidores a quién? Mi bella Cuba. Nos llaman traidores porque no compartimos sus idioteces revolucionarias y socio/comunistas, por ello nos llaman traidores, cuando ellos son los únicos traidores, que te están matando desde dentro de tus entrañas.


Mi Cuba linda, no llores, no debes de llorar, aunque estemos lejos, sabes que te queremos, que nuestro amor es incondicional.

Mi madre linda, mi Cuba linda, mira a tus hijos.

Los mismos que son mis hermanos.



Les quiero enseñar a montar y no quieren cabalgar conmigo.

Les quiero enseñar a nadar y no quieren bañarse conmigo.

Les quiero enseñar a volar, pero no quieren volar conmigo.

Les quiero enseñar a soñar, pero no quieren soñar conmigo.



Madre Teresa de Calcuta nos dijo un día.

Enséñales a vivir, pero no vivirán tu vida.

Sin embargo…en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño.

Perdurará siempre la huella del camino enseñado.



¿Cómo enseñarles a mis hermanos?

¿Cómo despertarlos, de sus sueños?

Los mismos sueños que yo viví cuando no conocía la Libertad, cuando ni siquiera sabía que existía la Libertad. Tengo que explicarles que existe Libertad, pero cómo decirles, hablarles, explicarles algo que no conocen y que nunca han visto ni en sueños.

Mi linda Cuba, mi linda madre, yo quiero hablarle a tus hijos, los mismos que son mis hermanos de Libertad, pero perdóname, parece que cuando lo hacemos, no nos escuchan, lo estamos haciendo mal, mi querida madre, perdónanos.

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